La Unión Europea ha decidido iniciar una investigación formal contra Temu, una plataforma de comercio electrónico, debido a la posible venta de productos ilegales y al diseño potencialmente adictivo de su servicio. La Comisión Europea ha informado oficialmente que se ha abierto un expediente sancionador para examinar las prácticas comerciales de la empresa. Esta investigación se centrará en los sistemas que utiliza Temu para recomendar compras a sus usuarios, así como en el acceso a los datos por parte de los investigadores.
Uno de los aspectos clave que se evaluará es si Temu cumple con las exigencias del nuevo marco legal de la UE para los Servicios Digitales. Este marco tiene como objetivo garantizar un entorno digital más seguro y transparente para los consumidores. Hasta septiembre, Temu había declarado contar con 92 millones de usuarios activos, lo que refleja su creciente popularidad. De hecho, hasta febrero, la plataforma se posicionó como la segunda aplicación más descargada en Europa, con más de tres millones de descargas, solo superada por TikTok.
Sin embargo, no todo son buenas noticias para Temu. Algunos usuarios han expresado preocupaciones sobre la recopilación de datos personales y han alertado sobre la posible presencia de malware en la aplicación. Además, han señalado que la calidad de algunos artículos es inconsistente, lo que podría afectar la confianza del consumidor en la plataforma.
Estrategias de Temu
Como parte de sus estrategias para mejorar su imagen y operaciones, Temu está considerando unirse a un grupo europeo de plataformas y marcas de comercio electrónico. Este grupo tiene como objetivo colaborar para prevenir la venta de productos falsos y mejorar las prácticas comerciales dentro del sector.
Cabe recordar que Temu no es el único actor en este escenario complicado. En meses anteriores, Shein, una empresa competidora, presentó una demanda contra Temu, acusándola de vender falsificaciones de sus productos. Esta situación resalta las tensiones existentes entre las plataformas de comercio electrónico y plantea preguntas sobre la regulación y supervisión necesarias en un mercado cada vez más digitalizado.
Por Paloma Anguiano