Este 3 de julio se cumplen siete décadas desde que las mujeres en México participaron por primera vez en una elección federal. El hecho ocurrió en 1955, durante la jornada electoral para elegir a los integrantes de la XLIII Legislatura de la Cámara de Diputados.
Un avance legislativo impulsado por décadas de lucha
Aunque el sufragio femenino a nivel federal fue posible hasta 1955, la historia de este derecho se remonta varios años atrás. En 1947, durante la presidencia de Miguel Alemán Valdés, se autorizó el voto de las mujeres exclusivamente en elecciones municipales. Sin embargo, aún no les era reconocida a nivel nacional.
Fue hasta 1953 cuando el presidente Adolfo Ruiz Cortines cumplió una de sus promesas de campaña. Después de que el Congreso aprobara la reforma correspondiente, se publicó el 17 de octubre de ese año en el Diario Oficial de la Federación el nuevo texto del Artículo 34 Constitucional.
Este artículo reconocía como ciudadanos a todas las personas mexicanas —hombres y mujeres— que cumplieran con los requisitos de edad (18 años si estaban casados o 21 si no lo estaban) y que tuvieran un modo honesto de vivir. De esta forma, las mexicanas pudieron ejercer por primera vez su derecho al voto en una elección federal el 3 de julio de 1955.
Iniciativas previas y obstáculos en el camino
La propuesta del voto femenino no era nueva. En julio de 1938, durante la presidencia de Lázaro Cárdenas del Río, se presentó una iniciativa para reconocer este derecho. Aunque fue aceptada por el Congreso y enviada a las legislaturas estatales, el trámite quedó inconcluso y no se realizó el cómputo final necesario para su promulgación.
Además, el contexto internacional tuvo influencia. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) exhortó a sus países miembros a garantizar los derechos políticos de las mujeres, argumentando que no podía considerarse democrática a una nación si más de la mitad de su población no participaba en la toma de decisiones.
Mujeres pioneras del sufragio en México
Detrás del reconocimiento del voto femenino se encuentran figuras clave que dedicaron su vida a la defensa de los derechos políticos de las mujeres. Entre ellas destacan Hermila Galindo, Elvia Carrillo Puerto, Juan Belén Gutiérrez de Mendoza, María Lavalle Urbina, Amalia González Caballero de Castillo Ledón y Adela Formoso de Obregón Santacilia.
Estas mujeres participaron activamente en movimientos sociales, impulsaron reformas legales y ocuparon espacios de representación política en diferentes momentos de la historia del país.
Actualmente, aunque se han logrado avances en la representación política, la historia de la lucha por el sufragio recuerda la importancia de la participación continua y del acceso igualitario a los derechos civiles y políticos.
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