A la hora de vender un producto, la confianza y el flujo de ideas son esenciales, sin embargo, el sólo compartir información ya no es suficiente. Para tener una venta exitosa hace falta afilar la retórica. El psicólogo, Daniel Kahneman, incluso señala: “Nunca nadie tomó una decisión por un número. Se necesita una historia”.
Bombardear información, números y status quo no garantiza nada. Aquí es donde entra el Storytelling, una herramienta que consiste básicamente en llegar al comprador mediante una historia. ¿Qué beneficios te brindará contar historias?:
- La información se verá más atractiva
- Presentarás tu producto de manera más relevante
- Será más fácil de recordar que un montón de números
De esta manera, puedes realizar ventas más dinámicas y crear lazos comerciales más duraderos. No se trata de qué vendas si no cómo lo vendas. Las historias cuentan con ventaja: tienen la capacidad de crear asombro. Cabe mencionar que es importante evitar las historias falsas.
Ahora, ¿cómo contar historias? Muy fácil, lo primero es remitirte a tu propia historia y el impacto que el producto que vendes ha causado en ti, o en otras personas. Pero alto, antes de pasar a contar historias, hace falta un recurso importantísimo: la retórica. Sin esto, tus historias serán simples anécdotas.
La retórica es el valor agregado que permite que las historias se hagan memorables. Pero antes de entrar en este detalle, es importante que tu historia tenga coherencia y veracidad. Una vez teniendo esto, puedes pasar a la retórica, dependiendo de tus objetivos y tu cliente.
Si te estancas, siempre puedes remitirte a los grandes Storytellers de la historia: los literatos, guionistas de cine, series, cómics y más. Ahí encontrarás un gran acervo que te permitirá mejorar tus habilidades.