Antes de convertirse en uno de los escritores más leídos del mundo, Stephen Edwin King vivió una infancia atravesada por cambios constantes y dificultades familiares. Nació en Portland, Maine, en 1947, y tras la separación de sus padres fue criado por su madre, quien asumió sola la responsabilidad de sostener a la familia. Los constantes traslados por distintos estados de Estados Unidos marcaron sus primeros años y forjaron una etapa de estabilidad cuando regresaron definitivamente a Maine.
Desde temprana edad, los libros y la escritura se convirtieron en una vía de expresión. Esa inclinación se mantuvo durante sus años escolares y se fortaleció en la Universidad de Maine, donde estudió Literatura Inglesa y comenzó a publicar textos en el periódico estudiantil The Maine Campus.
Trabajo, persistencia y escritura nocturna
Tras graduarse en 1970, King enfrentó un periodo complejo. Casado con Tabitha Spruce, vivió de trabajos temporales mientras escribía por las noches y vendía relatos a revistas. En 1971 comenzó a trabajar como profesor de inglés en una escuela secundaria, sin dejar de lado la escritura de cuentos y novelas en su tiempo libre.
Su primer relato profesional fue publicado en 1967, aunque el reconocimiento tardó en llegar. Durante esos años, muchos textos fueron rechazados, una experiencia que formó parte constante de su proceso creativo.
En 1973, la editorial Doubleday aceptó publicar Carrie, novela que cambió por completo su vida profesional. La venta de los derechos en formato de bolsillo le permitió dejar la docencia y dedicarse de lleno a escribir. A partir de ese momento, King construyó una obra extensa que incluye títulos como El resplandor, Salem’s Lot y La zona muerta, escritos entre mudanzas, pérdidas familiares y largas jornadas creativas.
Una carrera sostenida en el tiempo
Desde entonces, Stephen King ha publicado más de 50 libros y ha influido de manera profunda en la literatura contemporánea. Además de escribir, ha participado en adaptaciones cinematográficas y dirigió su primera película en 1985. Su trayectoria ha sido reconocida con distinciones como la Medalla de la National Book Foundation en 2003 y la Medalla Nacional de las Artes en 2014.
Actualmente, King vive entre Maine y Florida junto a su esposa. Ambos participan activamente en proyectos educativos y culturales, apoyando bibliotecas y becas estudiantiles. Su historia muestra cómo la constancia, el trabajo cotidiano y la escritura persistente pueden transformar una vocación en una carrera que trasciende generaciones.
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