Rosa María Franco Velasco ha hecho de su vida profesional una extensión de su compromiso con la cultura. Ha trabajado desde distintas trincheras con un mismo propósito: cuidar, difundir y fortalecer el patrimonio cultural del país.
Entre los pasillos del Museo de Guadalupe.
Durante su paso por el Museo de Guadalupe, dejó huellas importantes: colaboró en la restauración de espacios como el Claustro de San Francisco y la Escalera Regia, impulsó la creación de salas para exposiciones temporales y proyectos pedagógicos, y sostuvo, año con año, la realización del Festival Barroco de Guadalupe, que coordinó durante 23 ediciones ininterrumpidas.
Además, ha participado en la realización de más de 50 exposiciones temporales, entre ellas Símbolo y Reino, que reunió acervos del Museo Nacional de Arte, el Museo Soumaya de la Fundación Carlos Slim y el Museo Nacional de Historia, ubicado en el Castillo de Chapultepec.
Una nueva etapa en la vida de Rosita Franco.
Hoy, desde su posición como Coordinadora Nacional de Museos y Exposiciones del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), su tarea se centra en articular planes maestros, diagnósticos y curadurías que fortalezcan la red de museos del país. Se refiere a este trabajo como una oportunidad de colaborar con distintos equipos, sumándose al talento que habita en cada recinto.
Una de las exposiciones a la que le tiene un cariño especial es la muestra actual sobre arte huichol y las cuatro rutas sagradas. Dicha ruta, desde el pasado 13 de julio, fue declarada por UNESCO como parte del patrimonio mundial.
Para la promotora cultural , uno de los principales desafíos ha sido adaptarse a dinámicas diversas dentro de los distintos espacios museísticos del país. Aunque, más que un obstáculo, lo considera una oportunidad para integrarse a equipos con distintos enfoques y enriquecer su experiencia al colaborar con el talento que existe en cada recinto.
Desde su mirada, acercar a las nuevas generaciones al patrimonio cultural no requiere fórmulas complejas. Se trata de comenzar por lo esencial: que conozcan lo que les pertenece, su patrimonio.