El “phishing”, es una técnica de ciberataque en la que los atacantes intentan engañar a las personas para que revelen información confidencial, como contraseñas, números de tarjetas de crédito o información personal.
El término “phishing” proviene de la combinación de las palabras “fishing” (pesca, en inglés) y “phreaking” (una forma de hacking de sistemas telefónicos). Existen varios tipos de phishing, y aquí te brindamos ejemplos de algunos de ellos para que no seas víctima de estas acciones fraudulentas:
Phishing por correo electrónico
En este tipo de ataque, los ciberdelincuentes envían correos electrónicos falsificados que parecen provenir de una empresa legítima, como un banco, una red social o una empresa de tecnología.
Estos correos electrónicos suelen incluir enlaces a sitios web falsos que imitan el sitio web de la entidad legítima, y solicitan a la víctima que inicie sesión con sus credenciales. Una vez que la víctima proporciona esta información, los atacantes la utilizan para acceder a su cuenta.
Smishing:
Similar al phishing por correo electrónico, en este caso, los atacantes envían mensajes de texto fraudulentos que parecen provenir de una fuente confiable. Estos mensajes a menudo contienen enlaces a sitios web falsos o números de teléfono a los que se supone que la víctima debe llamar para proporcionar información personal.
Phishing de suplantación de identidad:
Los atacantes pueden suplantar la identidad de una persona o entidad de confianza en plataformas de mensajería instantánea o redes sociales para engañar a las víctimas. Por ejemplo, podrían hacerse pasar por un amigo y solicitar información confidencial o dinero.
Phishing de soporte técnico:
En este tipo de ataque, los estafadores se hacen pasar por agentes de soporte técnico de una empresa de renombre, como Microsoft o Apple, y llaman a las víctimas afirmando que hay problemas con sus computadoras. Luego, persuaden a las víctimas para que les otorguen acceso remoto a sus sistemas o les proporcionen información personal y financiera.
Redes sociales:
Los atacantes crean perfiles falsos en redes sociales y se hacen pasar por amigos o conocidos de la víctima. Luego, intentan obtener información personal o financiera a través de conversaciones engañosas.
Es importante tener precaución al interactuar con correos electrónicos, mensajes de texto y mensajes en redes sociales que solicitan información personal o financiera. Siempre es aconsejable verificar la autenticidad de la fuente y no hacer clic en enlaces sospechosos ni proporcionar información sensible sin confirmar la legitimidad de la solicitud.
Además, utilizar software de seguridad y mantenerse informado sobre las últimas técnicas de phishing puede ayudar a protegerse contra estos ataques.