Con una trayectoria profesional diversa y un profundo compromiso social, Juan Carlos Cassale lidera actualmente el Banco de Alimentos de Zacatecas (BAMX), una institución que diariamente impacta la vida de miles de personas en situación de vulnerabilidad. En esta entrevista con MVIEW, comparte su historia, motivaciones, responsabilidades y visión para el futuro de esta importante organización.
MV – ¿Podría contarnos un poco sobre su trayectoria profesional y académica, y cómo llegó a involucrarse con el Banco de Alimentos de Zacatecas?
JC: Soy Juan Carlos Cassale Sánchez, originario de Zacatecas Capital. Mis estudios básicos de Primaria, Secundaria y Preparatoria los realicé en Zacatecas. Cursé la carrera de Ingeniería Industrial en Producción en el Tecnológico Regional de Zacatecas. Después me trasladé a Ciudad Juárez, donde estudié una Maestría en Administración para Ingeniería. Al mismo tiempo, inicié mi carrera profesional en la empresa RCA Víctor Electronics, donde trabajé por 5 años, y posteriormente 2 años más en Impulsora de Manufacturas.
Posteriormente trabajé 2 años en España en una empresa textil. Hace 32 años regresé a Zacatecas, donde me dediqué a asesorías industriales, fui gerente del Club de Golf Bernárdez, y más tarde emprendí una fábrica de ropa durante 25 años, combinando esta labor con 20 años de trabajo en el sector de la construcción, que actualmente sigo desempeñando.
Me involucré en los Bancos de Alimentos gracias a mi amigo Gerardo Santillán Ruiz Esparza, presidente del Banco de Fresnillo, y posteriormente por invitación de Don Luis Antonio Martínez, a quien reconozco por su gran labor al frente del Banco de Alimentos de Zacatecas durante casi 25 años.
MV – ¿Qué aspectos de su formación y experiencia considera que han sido clave para asumir el liderazgo de esta institución?
JC: Una gran influencia ha sido mi madre, quien siempre fue muy sensible a las necesidades de las personas con escasos recursos. También influyó el convivir con personas que, durante mi carrera, me demostraron que no podían cubrir sus necesidades más básicas, entre ellas la alimentación.
Además, tuve la experiencia de ayudar en el semidesierto de Zacatecas, donde la familia de mi esposa Paulina tiene un rancho. Cada diciembre, organizábamos fiestas navideñas y entregábamos cobertores, juguetes y despensas en la comunidad de San Felipe Nuevo Mercurio, una actividad que realizamos durante muchos años.
MV – ¿Qué lo motivó a dedicarse al trabajo social y a la alimentación de las personas en situación vulnerable?
JC: Como mencioné antes, siempre hemos estado en contacto con personas de escasos recursos. Desde hace aproximadamente 10 años, mi esposa y yo colaboramos de manera voluntaria en comedores comunitarios que operan cerca de iglesias, con el apoyo de donadores que proporcionan alimentos para estos centros.
MV – Como presidente del Banco de Alimentos, ¿cuáles son las principales responsabilidades y decisiones que toma a diario para garantizar el buen funcionamiento de la organización?
JC: Mi principal responsabilidad es generar las condiciones para mantener la operación activa todos los días, asegurando el suministro de alimento, los recursos y los medios necesarios para entregar, sin interrupciones, a quienes más lo necesitan en nuestra comunidad.
También es esencial garantizar la salud financiera de la institución mediante cuotas de recuperación, apoyos y convenios con el gobierno estatal y municipal. Otra tarea clave es conformar un equipo de trabajo eficiente y mantener la infraestructura adecuada para el buen funcionamiento del banco, siempre con el respaldo de nuestros consejeros.
MV – ¿Cómo coordina la logística para atender actualmente a más de 31,700 beneficiarios en 27 municipios, entregando entre 1,000 y 1,500 paquetes alimentarios diariamente?
JC: Contamos con un equipo comprometido, encabezado por la directora Sarahid López y 19 colaboradores distribuidos en distintas áreas.
- En el área de Suministros, se realiza una labor diaria para conseguir alimento a través de donadores locales, nacionales e instituciones, quienes son los verdaderos héroes anónimos que hacen posible que el banco funcione.
- En Operaciones y almacén, el equipo se encarga de recibir, seleccionar e integrar las despensas, incluso hasta altas horas del día, apoyados también por voluntarios y centros de rehabilitación que colaboran activamente.
- El área de acopio y reparto se responsabiliza de recoger el alimento donado y distribuir las 1,500 despensas diarias en comunidades, colonias y sectores atendidos.
Además, muchas presidencias municipales colaboran con nosotros mediante convenios para la distribución local. Gracias a este esfuerzo conjunto, logramos entregar más de 25 mil despensas mensuales, 300 mil anuales y rescatar cerca de 300 mil kilos de alimento para más de 32 mil beneficiarios en el estado.
MV – ¿Cuáles son los principales retos a los que se enfrenta actualmente el Banco de Alimentos en Zacatecas, tanto a nivel operativo como estratégico?
JC: El principal reto es crecer el espacio físico y el equipo de transporte, ya que actualmente estamos muy limitados para recibir más donaciones que podríamos distribuir.
En lo estratégico, estamos enfocados en la institucionalización de procesos administrativos y operativos, con el fin de contar con herramientas sólidas que nos permitan cumplir con nuestra misión:
“Proporcionar alimento a quien más lo necesita.”
MV – Con la meta de expandirse a toda la entidad, ¿qué estrategias están implementando para aumentar la cobertura y el impacto de sus programas?
JC: Hemos comenzado a desarrollar un programa desde el área de Trabajo Social, en colaboración con instituciones educativas, dirigido a comunidades y sectores vulnerables. Este programa busca ofrecer atención integral, con capacitación, educación nutricional y servicios sociales, con el objetivo de ser un actor real de cambio en la alimentación de nuestros beneficiarios.
MV – ¿Qué objetivos tiene a corto, mediano y largo plazo para fortalecer el Banco de Alimentos y garantizar la sostenibilidad de sus operaciones?
JC:
- Corto plazo (6 meses): Completar el equipo de personal y transporte para fortalecer la operación, acopio y reparto; asegurar la salud financiera y aumentar el número de donadores.
- Mediano plazo (1 año): Obtener el apoyo de alguna institución o fundación para contar con un espacio operativo más del doble de grande y avanzar en la institucionalización de todos los procesos del banco.
- Largo plazo (3 años): Alcanzar 50 mil beneficiarios, consolidar una institución certificada de excelencia y contar con instalaciones de primer nivel.
MV – Desde su perspectiva, ¿cuál es el impacto más significativo que genera el Banco de Alimentos en la vida de los zacatecanos que atienden y en la comunidad en general?
JC: El principal impacto que logramos es fomentar el sentido de solidaridad en los donadores, sociedad civil, gobierno, trabajadores y comunidad en general. El Banco de Alimentos de Zacatecas es un medio para disminuir el hambre en nuestra gente, y todos podemos contribuir con nuestro granito de arena.
Como presidente de BAMX Zacatecas, estoy plenamente comprometido a hacer el mejor de mis esfuerzos para erradicar el hambre en Zacatecas.
“CON HAMBRE NO SE PUEDE NADA“.