Desde la perspectiva del Padre Juan Diego Chávez, la educación académica y la educación espiritual son complementarias y esenciales para la formación integral de los jóvenes. Considera que, mientras la preparación académica proporciona herramientas y oportunidades para entender y enfrentar el mundo, la formación espiritual responde a las preguntas más profundas del ser humano sobre el sentido de la vida y la felicidad. La espiritualidad, según el Padre Juan Diego, eleva la mirada de los jóvenes más allá de lo inmediato, ayudándoles a encontrar un propósito pleno en sus vidas.
Padre Juan Diego: Desafíos Actuales para los Jóvenes
El Padre Juan Diego identifica la inmediatez y la superficialidad como los principales desafíos que enfrentan los jóvenes hoy en día. La cultura del “clic” y las redes sociales crean una ilusión de felicidad y éxito que no siempre se corresponde con la realidad, lo que puede llevar a la frustración. Además, señala la falta de buenos referentes y la necesidad de atención y tiempo por parte de los adultos, incluyendo sacerdotes, padres y maestros, para guiar y apoyar a los jóvenes.
Experiencias con Estudiantes
A lo largo de su vida sacerdotal, ha encontrado que dedicar tiempo, escuchar y acompañar a los estudiantes en sus necesidades hace una diferencia significativa en su crecimiento personal y espiritual. Destaca la importancia de las confesiones, el acompañamiento espiritual y la promoción de actividades formativas y labores sociales, que ayudan a los jóvenes a crecer en todos los sentidos y a valorar lo que tienen.
Rol de la Iglesia en la Educación de los Jóvenes
Considera que la Iglesia tiene un papel fundamental en la educación de los jóvenes, tanto en términos académicos como espirituales. La Iglesia ha estado históricamente involucrada en la fundación de instituciones educativas y de asistencia social, y sigue apostando por la educación y formación de los jóvenes. Según el Padre, la Iglesia busca iluminar todos los saberes, recordándole al mundo la importancia de la dimensión ética, moral, religiosa y espiritual de la realidad.

Consejos para los Jóvenes del Padre Juan Diego
Para equilibrar las responsabilidades académicas con el crecimiento espiritual, aconseja a los jóvenes que escuchen los anhelos profundos de su corazón. Les anima a prepararse bien académicamente, pero también a cultivar su relación con Dios y con los demás. Resalta la importancia de buscar un amor duradero y una vida llevada por el bien, y les exhorta a no dejarse robar la alegría que proviene de una vida espiritual y llena de propósito.
En resumen, el Padre Juan Diego ofrece una visión equilibrada y profunda de cómo estas dos vertientes pueden transformar la vida de los jóvenes, proporcionándoles no solo conocimientos y habilidades, sino también un sentido de propósito y felicidad auténtica.