El reciente debate sobre la posible imposición de aranceles a México ha generado gran preocupación, especialmente en sectores clave como el automotriz. Con la administración de Donald Trump nuevamente en el foco, las advertencias de aplicar tarifas punitivas a productos fabricados en México, particularmente automóviles, podrían desencadenar una serie de consecuencias económicas en América del Norte.
La industria automotriz mexicana en peligro
México es un jugador esencial en la industria automotriz global, con importantes fábricas de marcas como BMW, Audi, Mercedes-Benz, Ford y Chevrolet, entre otras. El país es un centro de producción clave para Estados Unidos, con millones de vehículos exportados anualmente. En 2023, las fábricas mexicanas produjeron más de tres millones de autos, de los cuales dos millones fueron destinados a la exportación, en su mayoría hacia el mercado estadounidense. Sin embargo, la posibilidad de que el gobierno de Estados Unidos imponga aranceles punitivos a estos vehículos podría alterar drásticamente este equilibrio.

¿Cómo afectarían los aranceles a la economía de EE. UU.?
La imposición de aranceles en la industria automotriz aumentaría los precios de los vehículos fabricados en México en Estados Unidos, afectando la demanda y elevando costos para consumidores y fabricantes. Aunque algunos ejecutivos, como los de BMW, ven viable la exportación a otros países. Los aranceles desajustarían las cadenas de suministro y podrían llevar a la reubicación de fábricas y a la pérdida de empleos en ambos países.
Respuesta de México y la renegociación del T-MEC
México ha advertido que respondería a los aranceles con medidas similares, lo que afectaría aún más la relación comercial. Con la renegociación del T-MEC programada para 2026, la incertidumbre sobre los aranceles sigue presente, lo que pone en riesgo tanto la estabilidad de la industria automotriz como las economías de ambos países.
Los aranceles propuestos a México podrían desencadenar un aumento de precios, pérdida de empleos y una interrupción en la producción automotriz en América del Norte. La situación sigue siendo incierta, pero cualquier medida restrictiva afectaría tanto a México como a EE. UU., haciendo necesario un enfoque de cooperación para evitar consecuencias económicas negativas.
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