Efraín Martínez es un artista autodidacta que ha encontrado en la pintura una forma de expresar emociones, momentos llenos de fuerza, simbolismo y contraste.
Originario de Iguala, Guerrero, y con formación en ingeniería, su camino hacia el arte no fue planeado, surgió de una búsqueda personal ante la falta de oportunidades laborales en su área profesional. Esa búsqueda, movida por el deseo de aventura y experimentación, lo llevó hace ocho años a radicar en la ciudad de Zacatecas, donde ha consolidado su carrera artística.
A pesar de no haber cursado estudios formales en artes plásticas, Efraín ha desarrollado una técnica propia nutrida desde la infancia y juventud a través de la práctica constante del dibujo y el boceto. Retratos, paisajes, escenas bíblicas y arte sacro fueron sus primeros temas, y con ellos fue construyendo un lenguaje visual que lo distingue hasta hoy. Inspirado por grandes maestros como Caravaggio y Miguel Ángel, ha explorado la representación de la figura humana y las emociones con un enfoque dramático y expresivo. 
Uno de los aspectos más destacados de su obra actual es la representación de escenas taurinas, una temática que, si bien es controversial, él aborda desde una perspectiva puramente artística. Para Efraín, en la tauromaquia hay un despliegue estético innegable: desde el movimiento del toro hasta los trajes de luces, cada elemento contiene una carga visual poderosa. En sus cuadros, esa fuerza se traduce en contrastes intensos, texturas con relieve y aplicaciones de polvo de oro que aportan brillo y profundidad a la escena.
Cada obra busca trasladar al espectador al fulgor del momento, al vértigo del movimiento, al dramatismo de la mirada del toro o del gesto del torero. Su paleta, dominada por colores primarios y saturados, acentúa esa intensidad emocional y convierte sus cuadros en experiencias visuales inmersivas.
