Desde 1937, cada 23 de octubre se conmemora en México el Día del Médico, una fecha que honra la fundación del Establecimiento de Ciencias Médicas en 1833 —hoy Facultad de Medicina de la UNAM— y reconoce el papel fundamental de las y los médicos en la construcción de un sistema de salud justo y accesible.
Su labor va desde campañas de salud pública hasta investigaciones epidemiológicas. Las y los médicos han sido clave en el combate de enfermedades como el paludismo y la lepra, así como en la creación de estrategias de prevención, diagnóstico y tratamiento.
En este marco, es esencial recordar a figuras históricas como Ignacio Chávez y Matilde Montoya, pioneros que dejaron una huella imborrable en la medicina mexicana. 
Según el Colegio Nacional, Ignacio Chávez Sánchez, considerado el Padre de la Cardiología en México, fundó el primer servicio de cardiología en el Hospital General en el país y más tarde el Instituto Nacional de Cardiología, el primero en su tipo en el mundo. Fue también rector de la UNAM y recibió importantes condecoraciones, como la Orden de la Legión de Honor de Francia. Su visión científica y su compromiso institucional lo convirtieron en uno de los médicos más influyentes del siglo XX.
Por su parte, Matilde Montoya Lafragua hizo historia al convertirse, en 1887, en la primera médica mexicana. Enfrentó enormes obstáculos: discriminación de género, dificultades económicas y exclusión académica. Sin embargo, con solo 14 años se examinó como partera y años más tarde presentó su examen profesional ante el mismísimo presidente Porfirio Díaz.
En dicha fecha se conmemora su legado y el de miles de médicos y médicas que, con vocación y entrega, cuidan de la salud de México.
Foto principal: Gobierno de México
