Tras el fallecimiento del papa Francisco, la Iglesia Católica ha puesto en marcha el proceso para elegir a su sucesor. El cónclave, la asamblea de cardenales encargada de esta decisión, comenzó el miércoles 7 de mayo.
¿Qué es el cónclave y cómo funciona?
El cónclave es una reunión solemne donde los cardenales menores de 80 años se encierran en la Capilla Sixtina para elegir al nuevo líder de la Iglesia Católica. En esta ocasión, participan 133 cardenales de 71 países, convirtiéndose en el cónclave más numeroso y multicultural de la historia.
El proceso inicia con una misa en la Capilla Paolina, donde los cardenales entonan el “Veni Creator” para invocar al Espíritu Santo. Después, se trasladan a la Capilla Sixtina, donde, bajo juramento de confidencialidad, inician las votaciones.
La dinámica de las votaciones
Los cardenales realizan hasta cuatro votaciones por día: dos por la mañana y dos por la tarde. Para que un candidato sea elegido papa, debe obtener al menos dos tercios de los votos. Si no se alcanza este número, las votaciones continúan.
Cada resultado se comunica mediante el humo que emana de la chimenea de la Capilla Sixtina. Si el humo es negro, significa que no hubo acuerdo. Si es blanco, anuncia que el nuevo papa ha sido elegido.
No existe una duración fija para el cónclave. Aunque suele resolverse en dos o tres días, puede extenderse si no se logra el consenso necesario entre los cardenales.
Con el desarrollo del cónclave, millones de católicos en el mundo permanecen atentos, esperando la fumata blanca que anunciará al próximo líder de la Iglesia Católica.
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