Con más de dos décadas de experiencia en derecho corporativo y relaciones institucionales, Christopher Ávila ha desarrollado una trayectoria que transita entre el sector público y privado, con una visión estratégica enfocada en generar valor a través del diálogo, el cumplimiento normativo y el desarrollo económico. En esta entrevista CON MVIEW comparte los momentos clave que han marcado su camino profesional
MVIEW: ¿cuáles considera que han sido los momentos clave que marcaron su desarrollo profesional?
Christopher Ávila: Sin duda, la oportunidad que tuve de 2010 a 2014 de trabajar en la Secretaría de Economía de Zacatecas fue un parteaguas, ya que me permitió regresar a esta tierra colorada después de nueve años radicando en Monterrey, para conocer la estructura económica en los sectores secundarios y terciarios, así como proponer soluciones que fomentaran el empleo, la inversión y la competitividad.
En esa responsabilidad pública participé en el diseño y ampliación de parques industriales, la mejora regulatoria, el rediseño institucional de la Secretaría y el desarrollo de la cadena de suministro, incluyendo el sector extractivo.
En mi responsabilidad actual, siempre que tengo oportunidad busco seguir aportando a la economía de Zacatecas.
Otro momento clave fue cuando recibí la invitación para trabajar en las oficinas centrales de la empresa, desde Ciudad de México, para la atención y seguimiento a asuntos gubernamentales e institucionales de las unidades de negocio, donde he estado los últimos diez años.
MV: ¿Qué fue lo que más le atrajo del mundo de las relaciones institucionales y cómo descubrió que era el camino profesional que quería seguir?
C: Volviendo a los momentos clave de la pregunta anterior, cuando estuve en la Subsecretaría de Minas y Parques Industriales en el gobierno estatal, el trabajo demostró que para dar resultados hay que tener, por un lado, la convicción de portar la playera del gobierno y, por otro, ponerse la gorra de las empresas, lo que con el tiempo permitió tender puentes y buscar coincidencias entre los intereses del sector público y privado.
La interacción con funcionarios de relaciones gubernamentales de grandes empresas hizo interesante la función como una posibilidad profesional, aunque debo confesar que no fue sino hasta que recibí una invitación que consideré la opción seriamente. Lo más lógico era regresar al ejercicio libre del derecho, donde ya tenía experiencia en lo corporativo y administrativo.
Se dice que el misterio de la vida no es un problema para resolver, sino una realidad a experimentar, y desde hace diez años mi labor diaria es conciliar intereses con autoridades por el bien común de la sociedad, garantizar la continuidad de las operaciones y evitar litigios, siempre con apoyo en las leyes, el deber ser y el Estado de derecho al que todos aspiramos. 
MV: A lo largo de su carrera, ¿hay algún consejo o aprendizaje que le haya marcado y que aún aplique en su día a día?
C: Sí: seguir estudiando, hablar inglés y tomar decisiones, aun con el riesgo de equivocarse.
Lo primero es indispensable para seguir generando valor en cualquier organización, como empleado, profesionista independiente o empresario. El mundo cambia constantemente y conviene desarrollar el hábito del aprendizaje continuo.
Lo segundo, me consta que abre muchas puertas y permite tener una carrera internacional en todos los ámbitos: desde un enfermero hasta un abogado tienen oportunidades si dominan bien el inglés.
Finalmente, tomar iniciativa siempre es mejor que no hacer nada por indecisión.
MV: Usted ha trabajado tanto en el sector público como en el privado. ¿Cómo ha influido esta dualidad en su forma de gestionar relaciones gubernamentales y de representar los intereses del sector industrial?
C: La experiencia en ambos sectores permite entender las preocupaciones de las autoridades y el interés de las empresas por operar y crecer. Las fricciones se disipan cuando se identifican coincidencias y se reconoce que todo puede resolverse en una —o varias— mesas de diálogo.
MV: Ha estudiado en instituciones nacionales e internacionales. ¿De qué manera esta formación académica ha impactado su visión sobre el diálogo institucional y la responsabilidad empresarial?
C: En lo académico, sin duda, la maestría en leyes que cursé en la Universidad de Nueva York me proporcionó una perspectiva única, un panorama que inspira a cualquier profesionista, y una red de amistades que aún conservo.
Los diplomados en el ITAM, en particular el programa directivo, permiten conocer distintas áreas de una empresa y entender sus métricas, lo cual sirve para su evaluación y mejora. Esto me permite sintetizar el lenguaje corporativo con el institucional, y lograr así mensajes más claros ante las autoridades.MV: Mirando hacia el futuro, ¿cuáles son las aspiraciones profesionales y personales que le motivan a seguir contribuyendo al desarrollo institucional de las empresas y del país?
C: En lo personal, deseo que Zacatecas siga creciendo y que la industria extractiva pueda desarrollar una cadena de suministro sólida y robusta, para que cuando terminen los yacimientos, quede una sociedad industrializada y de servicios de clase mundial.
En lo profesional, aspiro a dejar un legado en la empresa en la que actualmente laboro, desarrollar otros liderazgos internos y que la industria tenga larga vida en nuestro país.
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