
Cuando en octubre de 2025 Cesantoni anunció que estrenaba logotipo y narrativa visual, la sorpresa no fue la existencia de un cambio, sino su profundidad. La empresa zacatecana es un símbolo en el estado: desde 1980 fabrica pisos y recubrimientos cerámicos de pasta blanca y porcelanato, y su presencia abarca más de 300 puntos de venta en México, Estados Unidos y Centroamérica.
En cuatro décadas ha crecido hasta tener tres plantas que suman más de 160 000 m² y generan más de 700 empleos. Sus productos están en el imaginario colectivo de la región. Pero, ¿por qué una marca tan arraigada decide transformarse justo ahora?

La respuesta se encuentra en el entorno competitivo y en la necesidad de proyectar, en cada punto de contacto, el liderazgo que ya tiene. El mercado de azulejos y porcelanatos es uno de los más dinámicos del sector de la construcción. A nivel global, de acuerdo con la consultora Mordor Intelligence, se espera que pase de 83.3 mil millones de dólares en 2024 a 119 mil millones en 2032, con una tasa de crecimiento anual de 4.6%.
En América Latina el impulso es aún mayor: 15 062 millones de dólares en ingresos para este mercado en 2024 crecerán a 23 585 millones en 2030, un 7.8% anual. En México, la comercialización de baldosas cerámicas alcanzará casi los 3 mil millones de dólares en 2030. Este auge, alimentado por la construcción de viviendas y la inversión en infraestructura, también intensifica la competencia, por lo que la diferenciación de marca se convierte en un factor decisivo en la elección de arquitectos y desarrolladores.
¿Por qué rebrandear?
El rebranding dejó de ser un recurso exclusivo de empresas en crisis. Estudios recientes revelan que 74% de las compañías del S&P 100 han renovado su identidad en los primeros siete años de vida. ¿Los motivos? Principalmente se engloban en: actualizar la identidad de marca (57%), reposicionarse (45%) y dirigirse a un público diferente (41%).
Según Sterling Marketing Group, el 74% de las empresas que rebrandearon incrementaron su cuota de mercado en el primer año y un análisis de McKinsey señala un aumento promedio de 23% en ingresos.
Cesantoni, con su reputación ya consolidada, busca ahora aprovechar esas ventajas. El objetivo no es convertirse en una firma distinta, sino mejorar la percepción de su liderazgo en diseño y sostenibilidad:
“El nuevo logo no significa dejar atrás nuestra historia, significa honrarla y proyectarla hacia el futuro”.



La nueva identidad se transforma en un símbolo que expresa lo que es hoy Cesantoni: raíces mexicanas, ambición internacional, elegancia atemporal y diseño que trasciende. De este modo, recuerda a sus clientes que la empresa se mantiene fiel a su herencia mexicana. Esta combinación de innovación y tradición es la esencia del rebranding.
Aprendizajes de otras marcas centenarias
Mirar a empresas globales ayuda a entender que no hay contradicción entre tradición y renovación. En 2023 Johnson & Johnson abandonó su logo manuscrito, utilizado durante 135 años, para adoptar un diseño sans‑serif que, según su vicepresidenta de asuntos corporativos, marca una nueva era enfocada en la innovación sanitaria y unifica sus segmentos farmacéutico y tecnológico. La compañía también renombró su división farmacéutica como Johnson & Johnson Innovative Medicine para transmitir su enfoque en enfermedades complejas
Otras firmas han seguido este camino: Pepsi rediseñó su imagen en 2024, en su 125.º aniversario, recuperando elementos clásicos con una tipografía audaz y colores vibrantes. Nokia cambió su logotipo por primera vez en 45 años para reflejar su transformación de fabricantes de móviles a proveedores de tecnología empresarial. Airbnb, en 2014, lanzó el símbolo “Bélo”, que reforzó su mensaje de pertenencia e impulsó su expansión global.
Estos ejemplos ofrecen buenas prácticas que hoy una empresa orgullosamente zacatecana también ha implementado:
“Más que un cambio estético, es la síntesis de una trayectoria sólida y de la confianza que arquitectos, interioristas y desarrolladores han depositado en Cesantoni. Hoy, esa historia se proyecta hacia adelante como una identidad renovada que habla el lenguaje global del diseño”.
Oportunidad para consolidar liderazgo y atraer nuevas audiencias
Al presentar su nueva imagen, Cesantoni aprovecha un contexto favorable. Además de posicionarse en escenarios internacionales como Obra Blanca 2025, su enfoque también es reforzar su compromiso con la sostenibilidad. Bajo principios de diseño responsable, la empresa continúa optimizando recursos y reduciendo impactos sin sacrificar la calidad y estética de sus materiales.
El rebranding también puede fortalecer la cultura interna. Las nuevas generaciones de colaboradores buscan trabajar en empresas innovadoras y conscientes de su impacto. Al lanzar un logotipo que comunica sostenibilidad y diseño, Cesantoni envía un mensaje de renovación que puede motivar a su equipo y atraer talento joven. Según expertos en branding, alinear la identidad visual con la misión y los valores refuerza la conexión emocional con empleados y clientes.
Evolución sin perder la esencia
Cesantoni es un ejemplo de cómo una empresa familiar puede transformarse para afrontar los desafíos de un mercado globalizado sin renunciar a su esencia. Nacida de la adversidad y consolidada a base de innovación y trabajo en equipo, hoy decide modernizar su imagen para seguir siendo referente en porcelanatos premium.
La decisión se apoya en tendencias del mercado, crecimiento del sector, preferencia por diseños atractivos, importancia de la coherencia de marca y en su visión transformadora:
“Hoy, la marca reafirma su compromiso: seguir liderando con innovación, diseño y excelencia, llevando la esencia del porcelanato mexicano a un escenario global”.
Para los zacatecanos, el nuevo emblema no es un punto final, sino un capítulo más en la historia de una marca que forma parte del orgullo local. Mantiene intacta su conexión con la comunidad y se proyecta al mismo tiempo hacia el mundo. En un entorno donde el diseño, la sostenibilidad y la experiencia de marca determinan el éxito, la renovación de Cesantoni es un paso audaz que busca garantizar su relevancia en los próximos años.