El 18 de septiembre fue proclamado por la Asamblea General de las Naciones Unidas como el Día Internacional de la Igualdad Salarial. La fecha busca llamar la atención sobre las desigualdades que persisten en el mundo laboral y visibilizar las diferencias salariales entre hombres y mujeres. A pesar de los avances normativos y de la creciente participación de las mujeres en distintos sectores, los datos siguen mostrando una brecha salarial significativa en todo el mundo.
Según el sitio web de las Naciones Unidas, las mujeres ganan en promedio un 20% menos que los hombres a nivel global. Esta diferencia está relacionada con múltiples factores: la discriminación de género presente en espacios laborales, las expectativas sociales impuestas a las mujeres, y la forma en que se subestima el valor de ciertos trabajos históricamente feminizados.
La desigualdad salarial afecta de forma desigual
En Estados Unidos, la brecha salarial se agrava cuando se analiza desde una perspectiva étnico-racial. Por cada dólar que recibe un hombre blanco, las mujeres negras ganan 63,7 centavos, las indígenas 59 centavos y las latinas 57 centavos. Esta situación refleja una combinación de desigualdades que afecta especialmente a mujeres que pertenecen a grupos históricamente excluidos.
Empleo formal e informal: desigualdad persistente
Según datos de la Red de Mujeres Sindicalistas, en febrero de 2025 la brecha salarial en el mercado formal fue del 13%, mientras que en el mercado informal alcanzó el 41,8%. Esta diferencia evidencia que las mujeres tienen mayor presencia en sectores laborales menos protegidos, donde las condiciones son más precarias y los salarios más bajos.
El trabajo de cuidados: una labor indispensable y mal remunerada
A nivel mundial, las mujeres representan el 67% del personal que brinda servicios esenciales de atención sanitaria y social. Este tipo de trabajo ha sido históricamente asociado con cualidades como el afecto, la vocación o la entrega, y por tanto, mal remunerado. La sociedad ha otorgado a estos empleos un valor simbólico que no se corresponde con su importancia económica ni con el esfuerzo que implican.
Causas de la brecha salarial, según ONU Mujeres
De acuerdo con ONU Mujeres, existen diversas razones que explican por qué las mujeres continúan ganando menos que los hombres, aun desempeñando tareas similares:
- Trabajo a tiempo parcial y limitaciones para ascender
Las mujeres asumen en mayor proporción trabajos a tiempo parcial. Esto ocurre, en muchos casos, debido a la carga de cuidados no remunerados en sus hogares, especialmente tras convertirse en madres. Esta situación reduce sus ingresos y limita sus posibilidades de desarrollo profesional, ya que también enfrentan mayores obstáculos para ocupar puestos de dirección. - Menor valoración de los trabajos feminizados
Las ocupaciones ligadas al cuidado y al ámbito doméstico, donde predominan las mujeres, suelen recibir una paga nula. Aunque estos trabajos son esenciales para el funcionamiento de la sociedad, se les resta valor económico por estar asociados a roles tradicionales de género. - Autopercepción del propio valor laboral
Muchas mujeres interiorizan la idea de que su trabajo tiene menos valor. Esta auto-subestimación influye en su disposición a negociar salarios más altos o a aspirar a posiciones de mayor responsabilidad. Algunas evitan exigir mejoras por temor a ser juzgadas como excesivamente ambiciosas.
Un cambio necesario
El Día Internacional de la Igualdad Salarial invita a reflexionar sobre las estructuras sociales y económicas que permiten que estas diferencias continúen existiendo. La reducción de la brecha salarial requiere acciones coordinadas desde los gobiernos, las empresas, los sindicatos y la ciudadanía. Garantizar el acceso a empleos dignos, eliminar prácticas discriminatorias y revalorizar el trabajo históricamente feminizados son pasos necesarios para avanzar hacia una sociedad más justa.