El Banco de México decidió reducir su tasa de interés en 50 puntos base, colocándola en 8.5%, como parte del ciclo de relajación monetaria iniciado en marzo de 2024. Esta medida fue respaldada por unanimidad por la Junta de Gobierno y responde a la debilidad de la economía, el comportamiento del tipo de cambio y las presiones externas derivadas de nuevas políticas comerciales.
El recorte se implementa a pesar de que la inflación registró un repunte a 3.93% en abril, alejándose del objetivo del banco central.
De enero a marzo, el PIB de México creció apenas 0.2%, evitando una recesión técnica tras una contracción de 0.6% en el último trimestre de 2024. El crecimiento se sostuvo principalmente por las actividades primarias, que aumentaron 8.1% en el primer trimestre.

El Fondo Monetario Internacional prevé una recesión de 0.3% para México en 2025. En contraste, la Secretaría de Hacienda mantiene un rango de crecimiento estimado entre 1.5% y 2.3% para este año.
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