Pan de muerto, camote enmielado, calaveritas de azúcar y demás antojitos y dulces de esta temporada pueden desbalancear la salud nutricional. Por ello, de la mano de la nutrióloga, Daniela González Díaz, te dejamos algunas recomendaciones:
Las preparaciones de todas estas comidas tradicionales tienen una característica en común, que no se debe olvidar: el contenido abundante de azúcar y, por ende, de calorías, lo cual puede ocasionar el desarrollo de caries, sobrepeso, obesidad, resistencia a la insulina y hasta diabetes.
Por tal motivo, se recomienda que al consumir estos alimentos, sea con poca frecuencia y en cantidades pequeñas, además de optar por aquellas versiones que contienen menos azúcar.
Por ejemplo, se puede elegir pan de muerto en piezas pequeñas y, si está al alcance, consumir la versión que viene espolvoreado de ajonjolí en lugar de azúcar granulado, y evitar en todo momento los que están rellenos de crema o mermeladas; como acompañamiento, se puede acompañar con café o té sin endulzar.
La especialista declaró que, en el caso de las calaveritas, hay que preferir aquellas que se elaboran a base de amaranto, el cual es muy nutritivo, versátil y rico en fibra.
Respecto al camote y la calabaza, se recomienda comer porciones pequeñas, ya que, aunque son productos de origen vegetal, al cocerlos con piloncillo y agregarles leche entera, aumenta significativamente su contenido calórico.
Otra de las tradiciones que realizan los mexicanos es visitar domicilios y negocios para pedir dulces. Esta es la excusa perfecta para realizar una caminata en familia de al menos 30 minutos para compensar el incremento de calorías propio de esta temporada y cuidar la salud.