Hasta hace poco, la odontología era considerada un servicio médico conservador. Hoy es uno de los sectores tecnológicos más dinámicos del mundo. El mercado global de la odontología digital está valorado en 9.61 mil millones de dólares en 2025 y alcanzará los 15.20 mil millones en 2030, impulsado por innovaciones que integran inteligencia artificial, escáneres intraorales, plataformas en la nube y fabricación automatizada.
Este salto tecnológico no es ajeno a México: más de un millón de estadounidenses cruzan anualmente la frontera en busca de tratamientos dentales accesibles, y el mercado de turismo dental del país, valorado en 447.3 millones de dólares en 2024, crecerá a 2 195.8 millones para 2033 con un ritmo anual de 19.5%. Las cifras muestran una realidad contundente: la salud bucal se ha convertido en una oportunidad de negocio global.
La paradoja es que, en México, la necesidad de atención sigue siendo inmensa. La Secretaría de Salud estima que 90% de los mexicanos padecen caries y 70% sufren alguna enfermedad periodontal, cifras que superan el promedio mundial.
A la vez, la mayoría de la población aún piensa que los servicios de primera categoría solo se encuentran en las grandes metrópolis o en el extranjero. ¿Puede una clínica local desafiar esta percepción? La historia de CROID, liderada por el doctor Alejandro Correa Macías, demuestra que sí.
Una visión que nació del compromiso
CROID (Clínica de Rehabilitación Oral e Implantología Dental) abrió sus puertas en Zacatecas con un propósito claro: demostrar que la vanguardia también puede estar en provincia. El Dr. Correa confiesa que esta aventura nació de dos convicciones: el trabajo en equipo y la honestidad. “Trabajar en equipo te da la oportunidad de llegar a más personas y resolver más problemas”, comenta. La clínica agrupa a especialistas en periodoncia, endodoncia, rehabilitación oral, odontopediatría y ortodoncia, muchos de ellos antiguos alumnos suyos, convencidos de que la profesionalización y la calidez son inseparables.
La apuesta principal fue crear una clínica integral dotada de laboratorio propio. Controlar todo el flujo, desde la elección de materiales hasta la confección de prótesis, permite entregar restauraciones estéticas en menos tiempo y con mayor precisión. Pero el componente intangible ha sido igual de importante: Correa insiste en que la confianza del paciente se construye con ética. “Creo que, si no partes de la honestidad, no eres digno de confianza”, afirma. Esa ética se refleja en un ambiente acogedor donde la empatía y el seguimiento personalizado son parte del tratamiento.
Tecnología que transforma la experiencia
CROID fue pionera en Zacatecas al incorporar escáneres intraorales hace 14 años, cuando la mayor parte del país aún dependía de moldes de yeso y siliconas. Hoy la clínica cuenta con siete escáneres digitales conectados a la nube, un tomógrafo de uso exclusivo para pacientes y sistemas de diseño asistido por computadora (CAD) o de manufactura asistida por computadora (CAM) que permiten diseñar y fabricar piezas en cuestión de horas. Estas herramientas revolucionan la experiencia: eliminan las incómodas pastas de impresión, reducen la duración de las citas y permiten a los pacientes visualizar su futura sonrisa mediante mock-ups en 3D antes de iniciar el tratamiento.
Los datos globales respaldan estos beneficios. En Estados Unidos, la penetración de escáneres intraorales alcanzó 57% de las clínicas en 2024; con ello, se redujo el número de citas un 25% y se incrementó la aceptación de tratamientos en 40%. La planificación digital de implantes disminuye las complicaciones quirúrgicas en 30 % y los algoritmos de IA predicen el éxito con un 91% de precisión. Asimismo, las herramientas de diseño de sonrisa fotorealista aumentan la aceptación de los pacientes en 78%.
Correa confirma estos efectos en su consulta: “Hemos pasado de entregar prótesis en semanas a hacerlo en horas. La gente que viene de Estados Unidos puede completar su tratamiento en un solo viaje”. Esta rapidez resulta clave para el mercado de turismo dental, donde la reducción de tiempos clínicos es tan importante como el ahorro económico.
El laboratorio como ventaja competitiva
Tener un laboratorio dental propio no solo es un capricho; es parte central del modelo de negocio. “Cuando tienes un laboratorio dentro de tu propia clínica, puedes estar al pendiente de todo el seguimiento de una prótesis: el material utilizado, los equipos especializados… tienes un control total de inicio a fin”, explica Correa. Esta autonomía permite adaptarse a las necesidades de cada caso y, además, ofrecer servicios a otros dentistas, abriendo una nueva fuente de ingresos.
La tendencia mundial va en la misma dirección. Los sistemas CAD/CAM representaron 32.1% del mercado digital en 2024, mientras que la impresión 3D, utilizada para fabricar prótesis y guías quirúrgicas, crecerá a un ritmo de 18.7 % anual hasta 2030. En CROID, el 90 % de las prótesis son libres de metal gracias al uso de zirconia, y los mock-ups permiten ajustar detalles antes de la fabricación definitiva. La clínica planea incorporar impresoras 3D que trabajan con metal y cerámica, un paso que adelantará el futuro de la rehabilitación oral.
Capital humano, alianzas y cultura de servicio
El éxito de CROID también se fundamenta en el talento. La selección de cada especialista se basa en dos filtros: calidad profesional y calidad humana. “Nos aseguramos de que el paciente se atienda en un ambiente cómodo y de darle un seguimiento pos-tratamiento para que se sienta acompañado en todo momento”, detalla Correa. Este enfoque de capacitación continua y ética ha consolidado la reputación del centro.
La clínica mantiene alianzas con la Universidad Autónoma de Zacatecas, donde facilita escáneres a las clínicas de la facultad para que los estudiantes se familiaricen con la odontología digital desde la licenciatura. También colabora con instituciones de León, Guadalajara y California. Estas redes son coherentes con la tendencia global de consolidación de Dental Service Organizations (DSOs), que ya agrupan a 35% de las clínicas estadounidenses y cuentan con inversiones de 29.3 mil millones de dólares en capital privado. La colaboración entre clínicas, universidades y empresas tecnológicas acelera la adopción de herramientas innovadoras y aumenta la competitividad regional.
Turismo dental y oportunidad de crecimiento
La tecnología abre oportunidades que van más allá de la consulta local. Un creciente número de mexicanos migrados a Estados Unidos regresa al país para atenderse en clínicas como CROID. Según Bookimed, más de un millón de estadounidenses viajan cada año a México para tratamientos dentales, aprovechando que los costos de implantes oscilan entre 1,000 y 1,500 dólares frente a los entre 3,000 y 5,000 dólares en EE. UU. Estos ahorros son tan significativos que incluso cubren los gastos de vuelo y hospedaje.
No es casualidad que el mercado de turismo dental mexicano se expanda a pasos agigantados. En 2024 generó 447.3 millones de dólares, y para 2033 se espera que supere los 2 195.8 millones. Correa observa esta tendencia en su consultorio: “Podemos atender a un paciente del extranjero en un fin de semana; eso nos ha abierto la puerta con clínicas en California para fabricar prótesis y enviarlas directamente”.
A nivel nacional, la odontología digital aún es incipiente: el mercado mexicano rondaba los 70 millones de dólares en 2023 y alcanzará los 100 millones para 2030. Pero la demanda potencial es enorme: México representa 3.6% del mercado global de turismo dental y podría escalar mucho más si los inversionistas locales se animan a apostar por la digitalización.
Retos: inversión y percepción
La principal barrera para expandir la odontología digital en provincias como Zacatecas no es tecnológica sino cultural. “Es un problema de idiosincrasia: muchas personas con recursos prefieren viajar a Monterrey o San Antonio, Texas, porque creen que ahí está la calidad”, admite Correa. Con paciencia y resultados, CROID ha convencido a pacientes escépticos; algunos incluso han comparado tratamientos en otras ciudades y, al regresar, han comprobado que no había diferencias sustantivas.
El costo inicial de la infraestructura también es un reto. Un sistema completo de odontología digital cuesta entre 150,000 y 300,000 dólares, y sus componentes quedan obsoletos en 5–7 años. Sin embargo, Correa asegura que la inversión no encarece los tratamientos: al contrario, reduce los tiempos y aumenta el margen de utilidad. Además, en un país donde 90% de la población tiene caries, la demanda no está saturada. La clave, sostiene, es invertir en tecnología sin transferir el costo íntegramente al paciente.
Mirando al futuro: IA, impresión 3D y franquicias
La próxima frontera de la odontología digital implica el uso de inteligencia artificial y nuevas tecnologías de fabricación. Los escáneres actuales ya permiten diagnósticos y planificación automatizada; la meta es crear ecosistemas conectados que unan escaneado, diseño y producción en un mismo flujo. La planificación digital de implantes, la IA predictiva y la impresión 3D de zirconia y metal transformarán la práctica en los próximos cinco años.
Correa no pretende quedarse al margen. Su equipo está evaluando la compra de impresoras que permitan fabricar coronas en metal y porcelana. “Estamos generando el espacio para que todo ese tipo de tecnología se incorpore en nuestra forma de trabajo”, señala. Además, contempla la idea de replicar el modelo de CROID en otras ciudades mediante alianzas o franquicias. Reconoce, sin embargo, que las franquicias dentales deben involucrar activamente al especialista para mantener la calidad y la pasión por el servicio.
Las proyecciones demográficas respaldan la estrategia. La población mundial mayor de 65 años se duplicará para 2050, lo que incrementará la demanda de rehabilitaciones e implantes. La ortodoncia digital crece a 12.4 % anual, y la impresión 3D avanza con rapidez. El mercado global, que valdrá 15.2 mil millones de dólares en 2030, requerirá clínicas capaces de ofrecer diagnósticos y tratamientos en tiempo récord.
Un puente entre lo local y lo global
La historia de CROID demuestra que la innovación no es propiedad exclusiva de las grandes ciudades. En una entidad donde la mayoría de la población padece caries y periodontal, Correa y su equipo han construido una clínica que combina tecnología de punta con valores humanos. Su éxito se basa en tres pilares: visión empresarial, inversión en infraestructura digital y una cultura de servicio que prioriza la honestidad y la empatía.
En palabras del propio doctor: “La calidad humana es lo que abre la puerta a la confianza con el paciente. Si el paciente no confía en ti, difícilmente vas a obtener los resultados que buscas”. Esta filosofía, sumada a la adopción temprana de innovaciones, ha posicionado a CROID como referente regional y ejemplo de que es posible competir en el mapa mundial de la odontología digital.
El futuro de la salud bucal será cada vez más tecnológico, interconectado y accesible. CROID ya forma parte de esa transición: conecta Zacatecas con Europa y Estados Unidos mediante tratamientos digitales, colabora con universidades para formar dentistas del siglo XXI y atrae a pacientes extranjeros que buscan calidad a precios razonables. La clínica se ha convertido en un puente que une lo local con lo global, demostrando que la próxima revolución de la odontología podría empezar en cualquier lugar donde haya visión, pasión y deseo de transformar sonrisas.
Por: Osvaldo Camacho
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