¿Está la minería mexicana enfrentando un desafío inesperado? Según el Informe Anual 2025 de CAMIMEX, el sector cerró 2024 con señales de desaceleración, ya que las aportaciones fiscales, uno de los indicadores más sensibles para medir su desempeño, registraron una caída por segundo año consecutivo.
Impacto de las aportaciones fiscales
Según BBVA, las aportaciones fiscales son un tipo de contribución obligatoria que realizan tanto personas físicas como morales al Estado. Estos pagos permiten financiar el gasto público y cubrir las necesidades de la sociedad, asegurando el funcionamiento de servicios, infraestructura y programas esenciales para el bienestar colectivo.
Durante 2024, las aportaciones fiscales de la minería alcanzaron un total de 45 mil 354.1 millones de pesos, lo que representó un decremento de 8.3% anual. 
El retroceso se concentró principalmente en los nuevos derechos, que disminuyeron 28.3% en comparación con 2023. Por su parte, el Impuesto Sobre la Renta (ISR) presentó una baja de 4.2%, mientras que los derechos superficiales registraron una ligera reducción de 1.3%.
Un sector con retos y potencial
El contexto nacional e internacional influyó de manera significativa en estos resultados. Factores económicos y de mercado impactaron la inversión, la exploración y la generación de empleo, dejando en evidencia que, más allá de la riqueza mineral del país, la industria depende de un entorno estable y competitivo para prosperar.
A pesar de los retos, expertos coinciden en que México conserva un potencial minero extraordinario, por lo que la minería mexicana se encuentra en una encrucijada: enfrenta desafíos claros, pero mantiene oportunidades significativas. Con decisiones estratégicas y un compromiso constante, puede seguir siendo un motor de empleo, inversión y crecimiento económico, capaz de generar beneficios para la sociedad y para el país.
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