Desde las calles y plazas de su Zacatecas natal, la vida de Javier Suárez del Real es un testamento de compromiso. Su camino en el servicio público comenzó en 1975, cuando aceptó, con la confianza de sus mentores, la invitación para unirse a la Unión Ganadera Regional de Zacatecas. Lo que empezó como un primer paso, pronto se convirtió en una vocación que lo llevó a ocupar roles de gran responsabilidad, todos marcados por la disciplina y una entrega incondicional.

En 1992, al asumir la presidencia municipal, enfrentó desafíos que exigían una visión clara. La seguridad pública necesitaba un nuevo enfoque, la imagen de la ciudad debía revitalizarse y la administración requería modernizarse. En medio de esos retos, un encuentro en una colonia periférica marcó su vida para siempre: la imagen de un niño de ocho años, víctima de la drogadicción, lo impulsó a apoyar con toda su fuerza a su esposa, Sara María, en la creación del Centro de Integración Juvenil, un espacio vital para proteger a la juventud de su ciudad.
El momento cúspide de su gestión llegó en 1993, cuando Zacatecas fue inscrita en la prestigiosa Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO. Este no fue un logro de un solo hombre, sino el resultado de un compromiso que involucró a toda la ciudadanía.

Su memoria se llena de emoción al recordar que, desde el primer día, entendieron que el reconocimiento no era el final, sino el inicio de una misión: ser los guardianes de su riqueza histórica y cultural para las generaciones futuras. Hoy, más de tres décadas después, observa con una mezcla de orgullo y preocupación cómo el reto de preservar este legado sigue vigente.
Para él, cada acción, cada proyecto apoyado, es una forma de gratitud hacia su tierra y su gente.

La historia de Javier Suárez del Real es un recordatorio poderoso de que el servicio es un privilegio que transforma vidas. Como él mismo reflexiona, “cuando la vida nos ofrece la oportunidad de asistir a nuestros semejantes, uno debe de sentirse orgulloso y agradecido”, una filosofía que se convirtió en el faro de su trayectoria.

Te podría interesar: El Runrún. La Pluma Libre De Don Paco Reynoso: 50 Años De Un Periodismo Con Carácter