En México, hay ciudades que parecen guardar un encanto suspendido en el tiempo. Entre ellas, San Miguel de Allende y Zacatecas. Una brilla como destino internacional consolidado, mientras la otra se perfila como un lugar con todo el potencial para alcanzar ese mismo reconocimiento en el imaginario global.

San Miguel de Allende VS Zacatecas
Desde la década de 1950, San Miguel de Allende se convirtió en refugio de artistas y escritores. En 1982 su centro histórico fue declarado Zona de Monumentos Históricos, lo que impulsó la restauración de su arquitectura colonial. En 2008 obtuvo el nombramiento de Patrimonio Mundial por la UNESCO, consolidándose como un destino cultural de talla internacional.
Zacatecas no se queda atrás en términos de valor histórico y cultural. En 1993 su centro histórico fue inscrito en la lista de Patrimonio Mundial de la UNESCO y en 2010 se sumó nuevamente como parte del Camino Real de Tierra Adentro. Además, la ciudad es escenario de tradiciones únicas y cuenta con una fuerte identidad ligada a la minería, que históricamente ha sido motor de su desarrollo económico.
¿Qué une a San Miguel y Zacatecas?
Ambas ciudades comparten elementos que las convierten en destinos atractivos:
- Patrimonio cultural reconocido.
- Arquitectura colonial que preserva un ambiente histórico y artístico.
- Oferta cultural variada que va desde festivales, museos, tradiciones y gastronomía.
- Interés de visitantes extranjeros, que buscan un estilo de vida tranquilo con un entorno rico en cultura.
Seguridad e inversión: Factores que marcan contraste
La seguridad marca una diferencia clave entre ambos destinos. De acuerdo con la ENVIPE, en Zacatecas el 70% de la población considera la inseguridad el principal problema, mientras que en Guanajuato la cifra es de 68.2%.
Asimismo, según la Secretaría de Economía, entre enero y diciembre de 2024 Zacatecas registró 131 MDD en Inversión Extranjera Directa (IED), mientras que en el mismo periodo Guanajuato alcanzó 1,426 MDD.
San Miguel de Allende y Zacatecas comparten un valioso patrimonio histórico y cultural, pero difieren en algunos factores cruciales. Mientras una ya se consolida como destino internacional, la otra cuenta con el potencial para seguir su camino, siempre que se fortalezcan condiciones que atraigan turismo e inversión.
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